ESPECIAL: LO QUE LOS OTROS NO CUENTAN. ¿QUÉ PASÓ EN RUSIA?
Programa garbado el martes 28 de junio de 2023.
A pesar de los innumerables comentarios de la prensa occidental en ese sentido, Evgueni Prigozhin nunca quiso dar un golpe de Estado contra el presidente ruso Vladimir Putin. Quizás quiso, eso sí, chantajearlo para conservar los privilegios que él mismo ha acumulado desde que creó su firma de seguridad privada.
Es importante tener una clara comprensión de lo que sucede. La creación de firmas militares privadas en Rusia es un proceso equivalente al que se inició en Estados Unidos, con Donald Rumsfeld como secretario de Defensa, cuando Washington comenzó a recurrir cada vez con más frecuencia al uso de “contratistas” militares privados, al margen del Pentágono. Al principio, aquello funcionó, pero los “contratistas” militares privados comenzaron a trabajar también para la CIA y aquella mezcolanza dio lugar a una sucesión de catástrofes. Cuando aquellas firmas privadas militares estadounidenses trabajaban sólo para el Pentágono, sus jefes hacían declaraciones públicas, como Erik Prince, el fundador de Blackwater. Pero los jefes de las empresas militares privadas estadounidenses nunca emitieron críticas ni hicieron declaraciones contra el secretario de Defensa o contra el jefe del Estado Mayor Conjunto.
Dicho sea de paso, ni los elementos estadounidenses de Blackwater ni los rusos de Wagner pueden ser considerados mercenarios. Son individuos que luchan por su país y a quienes se paga por asumir riesgos que los jefes militares no pueden imponer a los soldados regulares. “Mercenarios” son aquellos que luchan, por dinero, bajo las órdenes de una potencia extranjera.
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