El PP lamenta que el equipo de gobierno de Jumilla se niegue a sumarse al rechazo a la Ley del ‘Sólo Sí es Sí’ y lo define como “franquicia sanchista”
Seve González afirma que al gobierno de Juana Guardiola “sólo le importa acatar las órdenes de Sánchez” cuando lo que deberían hacer es “pedir perdón a las mujeres y reconocer la aberración jurídica cometida”
La portavoz del Grupo Popular en el Ayuntamiento de
Jumilla, Seve González, calificó al equipo de gobierno de Juana Guardiola como
“franquicia sanchista”, después de que los socialistas rechazaran en el Pleno
la moción con la que los populares pretendían trasladar al Ejecutivo central la
voz unánime del Consistorio para que se modifique la Ley del ‘Sólo Sí es Sí’.
Para González, “al ejecutivo socialista de Jumilla sólo
le importa acatar obedientemente las órdenes de Sánchez, cuando lo que deberían
hacer es pedir perdón a las mujeres y reconocer que el Gobierno central ante el
que siempre se arrodillan ha cometido una aberración jurídica sin precedentes
en beneficio de violadores, acosadores y pederastas”.
“Lo más parecido que existe a Pedro Sánchez en la Región
de Murcia es el Gobierno local de Jumilla”, lamentó González, ya que “son
incapaces de tener voz propia, o un criterio que se salga ni una coma del
argumentario con el que les riega el sanchismo. Es incomprensible que los
socialistas de Jumilla no se hayan sumado a nuestra iniciativa, e incompatible
con el compromiso contra la lucha para la eliminación de la violencia contra la
mujer”, agregó González.
Para el Partido Popular de Jumilla, la “desidia” y la
“imprudencia” con el que el Gobierno central ha dejado pasar el tiempo después
de saber que la Ley estaba beneficiando a los delincuentes sexuales refleja que
“han dejado desamparadas a las víctimas” y que “en vez de ser el Gobierno de la
gente, como falsamente pregonan, son el Gobierno contra la gente, y en este
caso contra las mujeres. Llevan meses haciendo sentir inseguras a muchas
mujeres, y en vez de rectificar de inmediato, han sometido la rectificación de
esa Ley a un cálculo político”.
Igualmente, González se preguntó “¿Dónde están las
responsabilidades políticas por los efectos de esta ley chapucera? ¿Quién va a
asumir las consecuencias, aunque se termine modificando? Las consecuencias
políticas no las pagará nadie, pero mientras, las sociales las están pagando
las mujeres a cuyos agresores sexuales se les reduce la pena o están saliendo
de prisión”.
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