STIPA lanza una campaña de recogida de firmas para proteger a Santa Ana de líneas de alta tensión
Debido a la masiva solicitud de proyectos de plantas
fotovoltaicas en nuestro término municipal, y muy gravemente, el último
proyecto de más de 500 has., que afectaría a la Sierra de Santa Ana y sus
paisajes aledaños; la asociación naturalista STIPA ha iniciado una campaña de
recogida de firmas para instar a las administraciones a suspender cualquier
autorización o licencia mientras no se ordene y regule la actividad, y se
determinen las zonas donde los impactos y daños sean asumibles por el medio.
Señalan que hace años que se viene vislumbrando una
burbuja especulativa con el recurso del suelo agrícola de secano, zonas donde
los promotores de estos proyectos han puesto su interés, sin encontrarse ningún
tipo de impedimento por parte de la administración local, y encargada de
regular los usos del suelo a través de su PGOU. Muchos de los proyectos se
dirigen a zonas sensibles paisajísticamente y para la fauna, además de estar
alejados de subestaciones y los lugares de consumo, añadiendo a las afecciones,
los kilométricos trazados de tendidos eléctricos, que se convierten en una
infraestructura de riesgo para la fauna, empobrecen el paisaje y desvalorizan
el terreno de sus propietarios.
Tras sucesivas reuniones con los responsables locales, no se ha podido despertar
el interés de cuidar nuestros paisajes y la fauna, manifestándonos claramente,
hasta ahora, que no tenían intención de regular la actividad; además, desde
STIPA hemos facilitado documentación donde se indican, mediante plano, miles de
has. de sensibilidad baja en nuestro municipio, para hacer ver que la obtención
de energía solar fotovoltáica tiene cabida en gran parte del territorio.
No dejaremos de exigir una producción de energía renovable para hacer frente a
la actual crisis climática, pero no podemos caer en el engaño de producirla a
cualquier precio y a merced de graves impactos.
Esperamos, señalan desde Stipa, contar con el apoyo de
muchos jumillanos mediante la recogida de firmas en los comercios de la
localidad; para registrarlo, así hacer ver a nuestra administración, que
queremos proteger Santa Ana y todos aquellos lugares de mayor valor
paisajístico-rural, y con fauna amenazada, que valoramos y nos identifican; y
que tienen que hacer su trabajo en beneficio de los intereses de la mayoría de los
jumillanos, dejando de lado el desorden y el caos que beneficia a unos pocos, e
hipoteca y compromete el medio rural y natural sostenible. El monte de Santa
Ana merece y necesita una declaración legal como espacio natural protegido que
la blinde de amenazas como la que pudimos frenar entre todos hace unos años con
la creación de una cantera, la actual macroplanta fotovoltaica, o futuras que
pudieran llegar como parque eólico en sus cumbres, urbanizaciones, etc.
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