Polémica por una zanja para el agua potable sobre unas ruinas romanas
Los
importantes restos arqueológicos que se encuentran en diferentes partes del
municipio ha vuelto ha levantar la polémica. En este caso por la zanja para una
canalización de agua potable que se comenzó a excavar en el Camino del
Pedregal, más conocido como Camino de la Estación.
Con el
fin de suministrar agua potable a diferentes viviendas que se encuentran en la
zona, se comenzó a excavar una zanja que fue paralizada ante la denuncia del
portavoz municipal de Ciudadanos, por encontrarse sobre los restos de un
importante yacimiento arqueológico de época romana.
Este
portavoz, Ginés Pedro Toral, se interesó ante el equipo de gobierno por la
licencia de obras y de la Dirección General de Cultura, por tratarse de una
zona protegida. Lo que llevó al gobierno local a tomar la decisión de paralizar
la obra.
De
hecho, en la zona excavada se han encontrado tejas romanas, cerámica romana
(entre ellos la terra sigillata) y también ha salido un trozo de columnilla de
las que se utilizaban en las termas. Además, se ha partido un muro de
construcción de la ‘villae’.
De
momento la obra está paralizada, a la espera de lo que tenga que indicar la
Consejería de Cultura y decida el Ayuntamiento, aunque todo hace prever que se
volverá a tapar.
El
equipo de gobierno local, preguntado sobre este tema no se ha pronunciado,
mientras que los grupos de la oposición (PP y C’s) han mostrado su malestar por
esta actuación sobre un bien protegido.
Las
primeras noticias sobre restos romanos en el ahora denominado conjunto
Casón-Pedregal, las facilita el Canónigo de la Santa Iglesia Catedral de Murcia
Juan Lozano Santa, que en su Historia de Jumilla (1800) cita varios puntos
donde realizó hallazgos monetales y lo que él llama “barro saguntino”. Destaca
un fragmento de friso con inscripción en letra capital, en piedra caliza, que
debió formar parte del entablamento de un edificio de carácter funerario. En el
denominado Camino del Pedregal, en 1934 se halló el busto de un joven tallado
en mármol blanco, que como apunta J.M. Noguera, pudieron pertenecer a una misma
necrópolis. De estas noticias se hacen eco Gerónimo y María Molina en la Carta
Arqueológica de Jumilla (1973), donde aparecieron abundantes estructuras de
época romana. Estos hechos animaron a Jerónimo Molina García a realizar
excavaciones arqueológicas en la zona de la Estación de Ferrocarril. En el
denominado Camino del Pedregal se desarrollaron tres campañas de excavación en
los años 1988, 1991 y 1992 y se documentaron restos de una villa romana,
construida sobre un asentamiento ibérico en llano, cuya vida transcurrió entre
el cambio de era y mediados del siglo III d. C.
En 1991
la Compañía Telefónica practicó una zanja de tendido de cables en la avda. de
la Asunción, y en la esquina con la avda. de la Libertad (muy cerca del lugar
del hallazgo de la escultura de bronce del dios Hypnos), puso al descubierto
abundante material latericio y numerosas tégulas romanas. Este hallazgo animó a
J.M. Noguera Celdrán a practicar excavaciones en el solar contiguo los años
1999 y 2000, lugar en el que se identificaron restos de una Villa del siglo II
d.C., muy transformada en el siglo IV d.C. En 1994, Francisco Gil González,
localizó otro bloque calizo con inscripción, que estaba empotrado en un ribazo
de abancalamiento y que curiosamente coincidía con el que 200 años antes
encontró el canónigo Lozano. Lo que confirmaba el carácter funerario de la
inscripción. Este hecho provocó que desde el Museo Municipal “Jerónimo Molina”
se iniciaran una serie de prospecciones, hallando nuevos elementos
arquitectónicos, como un fragmento de cornisa y otros elementos.
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