LA IGLESIA Y EL COVID-19
Viernes, 01/05/2020 Redacción Cope Jumilla
Desde que el 13 de marzo de 2020, la Organización
Mundial de la Salud (OMS) advirtiera a los PaĆses de la Unión Europea que
actuaran con determinación, hemos podido comprobar, tras la declaración del
"Estado de Alarma" en nuestro paĆs, por parte del Gobierno de EspaƱa
y su ratificación por las Cortes Generales, cómo el mĆŗsculo de la ciudadanĆa se
fortalecĆa y, a pesar de su confinamiento en la casi totalidad de la población,
los servicios pĆŗblicos sanitarios, emergencias, seguridad, ejercito,
administraciones públicas de Ômbito local y regional, unido a la iniciativa de
múltiples empresas españolas , han dado lo mejor de sà mismos. Podemos
sentirnos orgullosos de la bondad, comprensión, profesionalidad y amor hacĆa el
prójimo.
Este comportamiento nunca es
gratuito. Actuar pensando en los demƔs, en poder compartir, en ayudar hasta
lĆmites sobrehumanos no puede ser entendido como un simple deber de servicio.
Debajo de esa actitud subyace una profundad convicción y unos valores inspirados
en una educación social muy arraigada a lo largo de la Historia Cristiana ,
especialmente la Historia Cristiana de Occidente.
Por esta razón, junto a esto que
hemos visto, sabemos y conocemos, tambiĆ©n ha existido , en estos tristes dĆas,
la labor siempre callada y decidida de la Iglesia.
En los distintos paĆses europeos han sido muchos los sacerdotes
fallecidos por el COVID-19, en Italia mƔs de 60, en EspaƱa mƔs de 70
sacerdotes, ademÔs de 300 contagiados en 56 de las 70 Diócesis en España. No
estĆ”n en la primera lĆnea de acción, como ocurre con nuestros sanitarios, pero
la labor de los sacerdotes, dentro y fuera de los Centros Sanitarios, en sus
Templos y en sus Diócesis, es digna de ser reconocida . Uno de los deberes del
sacerdote, si no el principal, es el de ayudar a morir con esperanza. Hoy
muchas personas enfermas mueren solas y son despedidas sin funeral.
Ante esta situación, la Iglesia
en EspaƱa se moviliza por la emergencia sanitaria y las consecuencias sociales que la pandemia
Civid-19 nos va a dejar, poniendo en marcha todos sus recursos para ofrecer
servicio, acompañamiento, ayuda y oración a todos los afectados y a toda la
sociedad para servir al bien común. En nuestra Diócesis de Cartagena se ha
donado material sanitario a la ConsejerĆa de Sanidad a travĆ©s del Obispo don
JosĆ© Manuel Lorca Planes, consistente en 12 monos quĆmicos, 1.200 batas de
polietileno , 900 gafas, 60 litros de gel hidrológico. Se han puesto edificios
y salones parroquiales al servicios de algunos Ayuntamientos (caso de
Cartagena) para atender a personas sin hogar, asĆ como salones parroquiales
para reparto de alimentos en distintos municipios de la Región y se han
retransmitido eucaristĆas por distintos
medios de difusión social .
En nuestro municipio, debemos sentirnos
muy agradecidos por la labor desempeƱada por nuestros sacerdotes en cada una de
las tres Parroquias, las Hermanas de la Caridad y la Providencia que atienden
mensajes y necesidades de los que llaman a sus puertas, asĆ como la labor
abnegada de nuestros Franciscanos en el Monasterio de santa Ana. Todos ellos,
dĆa a dĆa, cumplen con su labor pastoral , hablan con enfermos y feligreses y
piden por nuestros enfermos y necesitados. Las Parroquias siguen abiertas , y a
pesar no poder asistir , se siguen cubriendo las necesidades espirituales y
materiales para todos aquellos que lo necesiten.
El apoyo de la Comunidad
cristiana llega a los ciudadanos de muy diversas formas. A esta labor
espiritual y de acompaƱamiento, hay que sumar la encomiable actividad que
desarrolla siempre CARITAS, y en estos dĆas mucho mĆ”s. Se atienden innumerables
necesidades mediante el reparto de alimentos, en colaboración con los servicios
sociales del Ayuntamiento de Jumilla y se buscan fondos para poder atender a
tanta necesidades en familias con extrema necesidad.
Es momento de andar por el camino
que nos lleve a la esperanza y amar con profunda caridad a los que mƔs estƔn
sufriendo en estos difĆciles momentos, donde no estamos solos sino acompaƱados
de una fe inquebrantable y de una Diócesis que vela por nosotros. PAZ Y BIEN. (CORO EL SALVADOR.)
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