Fanatismo político
Es
curioso que la generalidad de los políticos alardee de su pasión por su ciudad
o por su región, según donde ejerzan, aunque luego los hechos sean diferentes,
pero como tienen que proteger su puesto, al final casi se lo perdonamos.
Cuesta trabajo entenderlo, pero es así. Ahora,
lo que no se entiende bajo ningún concepto es el cortoplacismo de muchos
militantes políticos, por evitar decir fanatismo. Ya que este ejemplar antepone
las siglas a los intereses locales o regionales, y eso sí que no tiene
entendimiento y mucho menos justificación.
Lo
estamos viendo estos días con la ruina del Mar Menor o con las cuentas
regionales murcianas.
Se
ha publicado por varios medios de comunicación que el gobierno central no ha
consentido que Europa conceda un préstamo a la Comunidad de Murcia para
regenerar el Mar Menor, todo lo contrario que ha sucedido con Cataluña.
También
el gobierno de España ha intervenido las cuentas de la Región de Murcia debido
al incumplimiento en el plazo de pago a proveedores.
Ante
estas dos realidades, y entramos en la cuestión que nos ocupa, los militantes
de los diferentes partidos políticos están mostrando su incondicional apoyo a
lo que sus siglas defienden. Poco importa si beneficia o perjudica la decisión
a nuestra tierra, tampoco las evidencias que existen al respecto. Cada cual
defiende los argumentos de sus siglas sobre cualquier otra consideración.
Sobre
la situación del Mar Menor, lo primero que hay que reconocer es que a la actual
situación de desgracia se ha llegado por la desidia de las diferentes
administraciones (regional y nacional) a lo largo de muchos años. Si
pretendemos ser justos no se le puede achacar al actual gobierno regional todos
los males de la laguna y ante esta situación no se unen las diferentes
sensibilidades políticas para reclamar una solución al problema. No, sino todo
lo contrario, cuanto peor a un partido mejor para el otro. Eso es rentabilidad
política, creen.
Las
cuentas de la Administración Regional, se intervienen desde el gobierno del
socialista Pedro Sánchez, similar lo practicado también a Andalucía (curioso
que ambas regionales están presididas por el PP), no sin causa justificada,
cierto es, porque la ley está para cumplirla y esa ley además de justa es
necesaria, ya que quien le trabaja a la Administración tiene que cobrar en
tiempo y forma.
Pero
es igual de cierto, que al menos una Comunidad Autónoma tarda todavía más en
pagar que Murcia. Se trata de Cantabria, sí la de Miguel Ángel Revilla, y no ha
sido intervenida.
También
es cierto que el endeudamiento de la Región de Murcia es inaceptable, pero no
me negarán que la deuda pública de Cataluña es mayor, aunque se ha visto
generosamente reducida por las diferentes inyecciones económicas que el
gobierno de la nación ha destinado a la Generalitat.
Ante
estas evidencias e injusticias todavía está por llegar el, ya no digo cierren
de filas en favor de Murcia, sino el apoyo a nuestra tierra de los que deberían
ser antes regionalistas que partidistas.
Y
si los anteriores ejemplos de desagravio de los dirigentes nacionales no han
sido suficientes, tengo más: consentimiento al desparrame de embajadas
catalanas en el extranjero, adoctrinamiento en las escuelas catalanas donde se
fomenta el odio a España. No devolución a las Comunidades Autónomas del IVA de
2017 (mientras que Sánchez le promete a Torra un aumento del 60% de las
inversiones en Cataluña o la capitalidad cultural a Barcelona).
Y,
por último, una amenaza que se cierne sobre el horizonte, veremos con el paso
de los días si solo queda en amenaza o tristemente se convierte en realidad. Me
refiero al privilegio financiero de Cataluña, al que ahora se añadirán algunas
de las principales comunidades autónoma gobernadas por los socialistas
(Valencia, Aragón, Extremadura o Castilla La Mancha).
Por
cierto, Cataluña el territorio que ha recibido más de 100.000 millones de euros
(sí, cien mil millones) en concepto de rescate (entre el FLA, facturas
atrasadas y facilidades financieras).
Lo
que sí está claro es que Murcia es diferente, o quizás, es Cataluña?.
El Eterno Femenino
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