La STASI vuelve a España
Tras la segunda guerra mundial, Alemania
quedó dividida en dos grandes bloques, el occidental al que se le llamó
federal, y el soviético al que se le denominó demócrata.
Resulta curioso ver cómo el
socialismo comunista manipula el lenguaje. De todos es sabido que en la Unión
de Repúblicas Socialistas Soviéticas la democracia no existía, sin embargo, el
término democracia estaba presente en todos sus discursos.
Una de las muchas misiones de la
Stasi, cuerpo policial del régimen en la Alemania democrática, era el de
adoctrinar a los niños y controlar lo que veían en sus casas.
Como las ondas hertzianas no
entienden de política ni de fronteras y campan a sus anchas por el infinito éter,
se colaban en los televisores de los sufridos habitantes del bloque soviético.
Por lo que la Stasi visitaba los colegios de los más pequeños y les preguntaban,
bajo la apariencia de una amable profesora, qué programa de televisión vieron
el día anterior. Y con la respuesta sabían que hogares sintonizaban la Alemania
libre.
El partido socialista soviético no difiere
del español, salvo porque el de Felipe González fue un invento de la CIA. Por
eso estamos en la OTAN y en la Unión Europea. Pero actualmente, el partido
socialista es más parecido al régimen soviético que a la España del socialismo de
González.
Independientemente de la corrupción,
que no es un invento socialista sino nuestra idiosincrasia, el socialismo de
González era patriota. De hecho, hizo una lucha sucia contra ETA justificando
un terrorismo de estado.
Pero lo de hoy en día es
escalofriante. El adoctrinamiento estatal en niños sólo es comparable con la
dictadura comunista de Stalin.
Los Jesuitas tienen una dicho “déjame
a un niño entre 0 y 6 años, y siempre será Jesuita”
Por qué el partido socialista insiste
en la “educación” en esas edades. Pues porque saben que el niño es vulnerable y
absorbe todo en su subconsciente como una creencia verdadera.
La proposición socialista de una educación
sexual donde confunde el sexo biológico de hombre y mujer por algo extraño como
que los niños pueden tener vagina y las niñas pene, o que un transexual puede
elegir un aborto libre, negando su biología, es de mentes muy enfermas.
Sin embargo, tiene un trasfondo muy acertado a su ideología.
El subconsciente recibe la orden, sí la orden, de las “derechas son malas porque impiden tu libertad de expresión sexual” “Los valores de familiares, no sirven, tú eliges, tú eres libre” con una creencia fija que como un programa de software se ejecuta en el momento que el niño llega a la pubertad y por ende a la adolescencia.
Sin embargo, tiene un trasfondo muy acertado a su ideología.
El subconsciente recibe la orden, sí la orden, de las “derechas son malas porque impiden tu libertad de expresión sexual” “Los valores de familiares, no sirven, tú eliges, tú eres libre” con una creencia fija que como un programa de software se ejecuta en el momento que el niño llega a la pubertad y por ende a la adolescencia.
Y así, se garantizan el voto de las próximas
generaciones.
Veamos un ejemplo. En Cataluña en los
libros de texto se habla de la corona catalanoaragonesa. Todos sabemos que eso
es mentira. Jamás Cataluña ha sido un reino. Si no un condado y sólo Barcelona,
de ahí el título de Conde de Barcelona. Que se aplica a los reyes abdicados.
Pues bien, como nadie lo remedia, en
50 años, en Cataluña existirá la firme creencia de que esa región fue un reino.
Y en 50 más, la corona de Aragón no existió.
Pero lo más significativo es que
en 50 más, teniendo en cuenta que no haya guerras que nos destruyan, el reino
de Cataluña llegará hasta Sevilla.
El peligro de un adoctrinamiento
comunista sobre las mentes más vírgenes e inofensivas de nuestra nación,
solo se puede impedir si los adultos nos negamos con fuerza a una dictadura que
sólo traerá sobre nuestro pueblo miseria y destrucción.
Ralf B. Leepman
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